
Hace un par de días salía a la luz que un sacerdote se ha gastado 17.000 €uracos del arzobispado de Toledo en llamadas a líneas eróticas....su puta madre¡¡¡ 17.000 €uros¡¡¡ pero como cojones se puede estar tanto tiempo con las dos manos ocupadas¡¡¡ Pero hay que reconocer que tenía buena fe, el animalico se pluriempleó para poder pagar las llamadas a Telepaja sin necesidad de meter la mano en el cepillo. Aunque ser cura te limita bastante a la hora de buscar otra cosa y al alma de cantaro solo le quedo la última opción, humillante pero a la que se acude cuando uno esta desesperado, prostituirse. Y un cura puto es como si yo me pongo a hacer calceta o punto de cruz, a quién se le ocurre pedir 120 pavos la hora cuando en la foto que pones de reclamo estas a punto de reventar, chico suelta el aire que te ahogas¡¡¡ con esa cara tendrías que haber pedido la voluntad, campeón.
Y hoy he leído otra perla eclesiástica, un cura ha sido condenado a 3 años de cárcel por tráfico de drogas en la propia cárcel. Al parecer no tenía bastante para acabar el mes, la puta crisis, pese a haber hecho voto de pobreza y de que tiene vivienda, vestuario y probablemente comida free. Allí compartirá celda, patio y comedor con sus clientes, por no mencionar que probablemente visite la cama de alguno de ellos.....
Podría seguir relatando hazañas de curas delincuentes, echando un vistazo rápido fruto de la curiosidad despertada por estas dos noticias tan seguidas he localizado algún cura depravado, especie que ni mucho menos esta en peligro de extinción, otro espécimen que disfruta reteniendo a niñas y como un conejo cuando le dan las largas me he quedado cuando he conocido la historia de este cura verdugo de la posguerra al que Miguel Hernandez le dedicó un poema desde su encarcelamiento.
Y como hay que contarlo todo, he de reconocer que me ha sorprendido para bien la historia de un cura que se dedica a cazar pedófilos y a rescatar a niños de los prostíbulos en Filipinas. Tres veces candidato al Nobel de la Paz me quedo con una critica que hace a sus jefes..."la Iglesia Católica recurre a su autoridad con tanta energía en cuestiones como el aborto, y no lo hace para erradicar la pobreza ni condenar los abusos del clero"